Como piezas de un rompecabezas, los materiales incluidos en el “Archivo Lowry” de Raúl Ortiz y Ortiz (el cuento que Malcolm Lowry escribió en México en 1936, primer antecedente de “Bajo el volcán”; la carta en la que refiere sus infortunios con las autoridades mexicanas en 1946; correspondencia inédita entre Margerie Lowry y Ortiz y Ortiz, entrevistas, bibliohemerografía de y sobre Lowry, manuscrito inéditos, fotografías, etc.) permiten al lector recrear la gestación del traslado al idioma español y el lanzamiento de la obra maestra del escritor británico en México, en una época —principios de los años 60— en la que era prácticamente desconocida entre los lectores de habla hispana y en la que, gracias a la infatigable labor de Ortiz y Ortiz, su fama se consolida y llega a un público cada vez mayor. Aun en nuestros días, cuando hay una infinidad de publicaciones en torno a Lowry, las piezas que Ortiz y Ortiz ha reunido devotamente desde que, en la década de los 50, llegara a sus manos por primera vez el libro que habría de marcarlo de por vida, y de las que ahora generosamente —en el marco de su aniversario número 80 (2 de mayo de 1931) y a casi cincuenta años de la publicación en México de su traducción de “Bajo el volcán” (Era, 1964)— nos ofrece una significativa muestra, arrojan una luz reveladora sobre diversos aspectos de la vida y la obra de Malcolm Lowry que habían permanecido ignorados hasta ahora. En un acto magnánimo y solidario, quien merece ser homenajeado, incrementa con este archivo su ya de por sí vasto legado y rinde con él “un homenaje a cuantos lowryanos, fieles a la figura del escritor, han procurado mantener viva su imagen y continúan esperando que llegue el día en que la humanidad se comporte según las dos advertencias del autor: “¿Le gusta este jardín que es suyo? ¡Evite que sus hijos lo destruyan!” y “No se puede vivir sin amar””.
Ángel Cuevas
ARQUIVO LOWRY
Como peças de um quebra-cabeças, os materiais incluídos em “Arquivo Lowry”, de Raúl Ortiz y Ortiz (o conto que Malcolm Lowry escreveu no México em 1936, primeiro antecedente de “Debaixo do Vulcão”; a carta em que refere os seus infortúnios com as autoridades mexicanas, em 1946; correspondência inédita entre Margerie Lowry e Ortiz y Ortiz; entrevistas; biblio-hemerografia de e sobre Lowry; manuscritos inéditos; fotografias; etc.) permitem ao leitor recrear o início da transposição para espanhol e o lançamento da obra-prima do escritor britânico no México numa época – princípio dos anos 60 – em que era praticamente desconhecido dos leitores de fala hispânica e na qual, graças labor infatigável de Raul Ortiz y Ortiz, a sua fama se consolida e chega a um público cada vez mais vasto.
Ainda hoje, quando existe uma infinidade de publicações sobre Lowry, as peças que Raúl Ortiz y Ortiz reuniu de forma devota desde que, na década de 50, lhe chegou às mãos pela primeira vez o livro que o haveria de marcar para sempre, e das quais generosamente – por ocasião do seu 80º aniversário (2 de Maio de 1931) e a quase cinquenta anos de distância da sua tradução de “Debaixo do Vulcão” (Era, 1964) – nos oferece agora uma significativa amostra, projectam uma luz reveladora sobre diversos aspectos da vida e da obra de Malcolm Lowry que haviam permanecido desconhecidos até agora.
Num gesto magnânime e solidário, que merece ser homenageado, aumenta, com esta documentação, o seu já vasto legado e presta com ele “uma homenagem aos todos os lowryanos que, fiéis à figura do escritor, procuraram manter viva a sua imagem e que continuam a esperar o dia em que a Humanidade se comporte de acordo com as advertências do autor: «¿Le gusta este jardín que es suyo? ¡Evite que sus hijos lo destruyan!» e «No se puede vivir sin amar»”.
Ángel Cuevas
2 comentarios:
Quiero saber cuanto significación esos citaciones tienen en el mundo de la literatura hispana cuando tiene muchos otros autores quien considero mejor, cómo Borges, Bolaño, Cervantes... ¿os gustan ésos?
hola, cómo podría conseguir ese libro? Vivo en Xalapa, Veracruz, y me gustaría mucho comprarlo. Se puede encargar?
saludos cordiales!
atte
Mario A. Carrillo
Publicar un comentario