FUNDAÇÃO MALCOLM LOWRY

FUNDAÇÃO MALCOLM LOWRY

Este blogue foi criado com o intuito de unir a comunidade lowryana de todo o mundo, a fim de trocar ideias e informação sobre o autor, promover a organização de conferências, colóquios e outras actividades relacionadas com a promoção da sua obra. Este é o primeiro sítio trilingue feito no México sobre o tema. Cuernavaca, México.


Malcolm Lowry Foundation


This blog was created to comunicate all lowry scholars, fans and enthusiastics from around the world in order to promote the interchange of materials and information about the writer as well as organize events such as lectures, colloquiums and other activities related to the work of the author. Cuernavaca, Mexico.


FONDATION MALCOLM LOWRY

Ce blog a été crée dans le but de rapprocher la communauté lowryenne du monde entier afin de pouvoir échanger des idées et des informations sur l'auteur ainsi que promouvoir et organiser des conférences, colloques et autres activités en relation avec son oeuvre. Cuernavaca, Morelos, Mexique.


lunes, 11 de septiembre de 2017

Fuego del infierno

Hacia el medio día del dos de noviembre de mil novecientos treinta y ocho, con varios tragos de whisky irlandés Burke, tequila Añejo de Jalisco, algunas cervezas y hasta un poco de loción, Geoffrey Firmin contempló minuciosamente, en casa de Laruelle, un cuadro que a primera vista parecía un tapiz llamado “Los Borrachones”. En él, “los borrachos, egoístas y con rostro rubicundo, eran lanzados de cabeza hacia abajo, a los infiernos, en medio de un tumulto de demonios cubiertos de llamas, medusas, y eructaban monstruos verdes, ora volando en picada como golondrinas, ora torpemente con terribles saltos hacia atrás, gritando entre botellas que se precipitaban y emblemas de esperanzas destruidas; en las alturas, muy arriba, generosos, en pálido vuelo hacia la luz que asciende a los cielos, remontándose de manera sublime en parejas, el macho protegiendo a la hembra y todos escudados por ángeles con alas de abnegación, volaban los sobrios... En el balcón Yvonne leía y el Cónsul volvió a contemplar “Los Borrachones”. De pronto experimentó una sensación nunca antes sentida con tan absoluta certidumbre. Y era la de estar en el infierno”.

En efecto, el alcohólico de manos temblorosas, vive en el infierno. En un abismo mezcla de frustraciones, miedo, orgullo, soledad, autodestrucción, falsa comprensión del yo, debilidad de carácter, autocompasión e impiedad. Por supuesto que estamos hablando de una enfermedad: la enfermedad de la vida. Pero rara enfermedad, puede destruir salvando. Gracias a ella, Geoffrey Firmin ve a través del delicado encaje sobre el que está bordado el mundo, y paga con agonía, sumido en aterradores silogismos. Trastoca todos los valores: “los dioses existen, son el demonio”, el amor es trampa, la verdad es embeleco, la vida es un enredo. Parientes, parejas y amigos, son maldad. Y no son libres, son muñecos a merced del destino. Todo cuanto ve en ellos es falso, cicatero, enfermo, buscan siempre engatusar: "déjame creer que no todo es un maldito engaño...". Desgraciadamente, también él es como ellos, hace lo mismo que ellos, con una sola diferencia: él ve, se da cuenta y posee la virtud del discernimiento. Todo lo cual no es bueno para un hombre hecho con la intención de que ame y sea amado. El suicidio, rápido o lento, desesperado o perseguido gradualmente con el paso de los años, es la puerta. Mientras tanto: "bebe toda la tarde, eso es vivir...".
 
FG
 
Fotografía de Dany Hurpin