FUNDAÇÃO MALCOLM LOWRY

FUNDAÇÃO MALCOLM LOWRY

Este blogue foi criado com o intuito de unir a comunidade lowryana de todo o mundo, a fim de trocar ideias e informação sobre o autor, promover a organização de conferências, colóquios e outras actividades relacionadas com a promoção da sua obra. Este é o primeiro sítio trilingue feito no México sobre o tema. Cuernavaca, México.


Malcolm Lowry Foundation


This blog was created to comunicate all lowry scholars, fans and enthusiastics from around the world in order to promote the interchange of materials and information about the writer as well as organize events such as lectures, colloquiums and other activities related to the work of the author. Cuernavaca, Mexico.


FONDATION MALCOLM LOWRY

Ce blog a été crée dans le but de rapprocher la communauté lowryenne du monde entier afin de pouvoir échanger des idées et des informations sur l'auteur ainsi que promouvoir et organiser des conférences, colloques et autres activités en relation avec son oeuvre. Cuernavaca, Morelos, Mexique.


sábado, 22 de septiembre de 2018

Quauhnáhuac

Fotografía Archivo de La Casona Spencer

El otro personaje inolvidable de Bajo el volcán es Quauhnáhuac, un lugar de aparecidos y de apariciones que no está en la geografía del mundo porque es como el infierno, está en el corazón. Quauhnáhuac es como el mar, silencioso y profundo, lleno de belleza y horror, de donde no se puede salir o, más bien, de donde uno piensa que sale cuando en realidad está corriendo a su encuentro.

Es una ciudad de frías y raudas aguas de montaña que bajan corriendo en arroyos que brotan por la calle y que se convierten en “pequeños torrentes impetuosos” camino a las barrancas. Una ciudad en cuyas calles el fantasma de Yvonne podía deambular acompañada tan solo por su propia sombra “consoladora aunque indeseable”. Un lugar por donde caminan almas descarnadas, una ciudad depurada, sin mácula, donde Geoffrey era susceptible de redención y ayuda. Un recinto que era como el tiempo: “por doquier que se mirase estaba aguardando el abismo a la vuelta de la esquina”.

Pero también, para hacer delirar a los lectores, se localiza en el planeta, en México: “queda situada bastante al sur del Trópico de Cáncer, en el Paralelo Diecinueve, tiene dieciocho iglesias, cincuenta y siete cantinas y no menos de cuatrocientas albercas colmadas por la lluvia que incesantemente se precipita de las montañas” (Bajo el volcán, Capítulo I).

Como todo buen laberinto, Quauhnáuac tiene en su interior una Cervecería Quauhnáhuac y una rueda de la fortuna que es una metáfora del cosmos, donde todos los carteros son idénticos y hay una iglesia que Geoffrey no conocía y en la que “había oscuros gobelinos con extraños ex-votos pintados y una Virgen piadosa que flotaba en la penumbra” (Bajo el volcán, Capítulo X), ¿Qué lugar es éste, tan extraño? Tal vez es un lugar que sólo puede entender un alma amezcalada, pero, sobre todo, un lugar que, hacía poco menos de un año, había sido testigo de una separación inolvidable.

Tiene una estación de ferrocarril que dormita con sus vías desiertas y las señales levantadas. “Poco de cuanto en ella había daba idea de que alguna vez allí llegara un tren, por no decir que de allí saliera” (Bajo el volcán, Capítulo I). Y también tiene un casino que ya no es casino, nadie apuesta nada en él.

En su único cine se exhibe “Las manos de Orlac” y un jardín interior, el Jardín Borda, sirve de escenario para que los emperadores vuelvan a abrazarse y sigan llorando apasionadamente, además de un palacio, que fue de Cortés, con una silueta acastillada y sombría.


“¡Ah, pero todo esto pudo haber parecido razón suficiente para poner el mundo entero entre ellos y Quauhnáhuac! (…) como si, de alguna manera, se hubiera transferido a estas montañas violáceas que se erguían en su derredor, tan misteriosas con sus minas de plata secretas, tan retiradas y, no obstante, tan cercanas, tan inmóviles; y de estas montañas emanaba una rara fuerza melancólica que trataba de retenerlo aquí corporalmente, y era esta fuerza su propio peso, el peso de muchas cosas pero, sobre todo, el peso del dolor” (Bajo el volcán, Capítulo I).
FG
Quauhnáhuac
22.09.18

Fotografía Archivo de La Casona Spencer

No hay comentarios.: