sábado, 15 de diciembre de 2018

San Malcolm en la cantina...









Nuestra peregrinación incluía, por supuesto, La Estrella. Allí, San Malcolm nos esperaba en su paraíso, un lugar como si fuera otro planeta poblado por personajes a la Toulouse-Lautrec, donde el perfil de un ventilador ruinoso abre sus brazos generosos, donde la pintura de los murales se descarapela y los hongos avanzan, y uno puede imaginar cualquier tipo de paisaje desde las grises dunas hasta los muros de Pompeya -donde otro volcán espera su turno- o los grabados de Aranda y, sin duda, la belleza misma del Paraíso Terrenal donde "no obstante, ¿qué había logrado en el Paraíso Terrenal? Pocos amigos, se había hecho de una amante mexicana, con quien había reñido, y de varios ídolos mayas que no podría sacar del país..." Sursum Corda!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario