martes, 24 de noviembre de 2015

La Estrella

El pasado fin de semana fuimos de peregrinación al santuario de San Malcolm en el centro de la antigua Quauhnáhuac para implorar, a sus pies, la guía necesaria para estar del lado correcto de la desesperación. El maestro Óscar Menéndez hizo con su cámara fotográfica un levantamiento del lugar para dejar constancia de que hay o hubo o había una vez un lugar llamado "La Estrella", parecido a The Lighthouse Invites the Storm, donde se veneraba a San Malcolm y donde los miembros de la cofradía de la inmaculada Fundación Malcolm Lowry se reunían para alcanzar ese estado de la conciencia que el Cónsul conocía muy bien y que llamaba, en su juerga de santo varón iluminado: "ebrio hasta la sobriedad". Bebimos mezcal, por supuesto, y después del primer trago entramos en ese trance maravilloso del espíritu humano que permite estar seco hasta la raíz, pero floreciente, para ir buscando, como las fotografías de Óscar Menéndez, el camino que lleva de las tinieblas a la luz hasta el momento en que se ven, tras las puertas de persiana, las rendijas que la luz va abriendo pausadamente, cuidando de no enceguecer a los fieles, sino llevándonos de la mano para ponernos de pie, ensimismados y solos, ascendiendo. Amén.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 



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