lunes, 30 de noviembre de 2015

Aikensatisfactor

 
El 23 de Febrero de 1947, unos cuantos días después de la publicación de Bajo el volcán, Conrad Aiken escribió una larga carta llena de admiración y de elogios a Malcolm Lowry donde también se cobraba su parte y reclamaba sus derechos. Se trata de un documento que había rumiado largamente, sobre todo, durante los inviernos. El siguiente párrafo es una muestra:
 
 


"Tu libro es magnífico, magnífico, magnífico… como obra literaria es un auténtico corte directo de la joroba de la ballena blanca, con toques divinos, con toques de sol, con toques de sangre, con toques de esperma y, en general, el libro más aikensatisfactor de toda esta generación que me he tragado. Qué bien, ¡por Dios!, volver a disfrutar de la lengua inglesa, tenerla con circulación vascular en vida y llena de sensaciones, trepidando viva, diríamos que como una mariposa sobre un cerro de estiércol… hiciste al Cónsul totalmente real y sublime; incluso para mí, que logro ver todas las piezas del mecanismo; sí, el gran borracho genial que acaba con todos los borrachos, Don Cargabotellas…"
 



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