viernes, 6 de agosto de 2021

Peregrinación

El autobús de Cuernavaca, con escape abierto y un ruido de lona rasgada, daba pequeños tirones en sus últimos esfuerzos por sacudirse de encima la ciudad, como las fortalezas exteriores del ideal de Nietzsche (si bien Ciudad de México distaba de ser un ideal), su vestidura exterior (de horrendos suburbios parisinos), su mascarada (de pulquerías) y su endurecimiento momentáneo (del yeso de los nuevos edificios de pisos), rigidez de estructuras esqueléticas que nunca se terminarían y la dogmatizante Alemán-Moralización. Y ahora el autobús iniciaba su ascensión, en cansinas vueltas y revueltas hacia Tres Marías por un paisaje que no difería del de New Hampshire o los Cotswolds; apretujado en el autobús de segunda clase y sin apenas atreverse a respirar, se le ocurrió que, pensándolo bien, su viaje podía tener un significado más amplio para ellos. ¿Acaso no era como si ellos mismos fuesen en peregrinación?

Malcolm Lowry, Oscuro como la tumba donde yace mi amigo, Capítulo V.
Traducción de Carlos Manzano para la edición de Bruguera, 1981.